La ciudad brasileña de São Paulo continúa este martes en su quinto día de apagón consecutivo, que ha dejado a millones de personas sin servicio eléctrico, luego de que una tormenta azotara a esa urbe, por lo que el ayuntamiento solicitó a la Justicia que decida sobre la empresa eléctrica Enel, para que vuelva a conectar a los habitantes la región.

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«La alcaldía de São Paulo presentó ante el Tribunal de Justicia una acción civil pública contra la concesionaria Enel requiriendo, entre otras medidas, la inmediata restauración de energía en las unidades», subraya el comunicado del ayuntamiento.

Asimismo, el texto remarca que «aún están sin servicio desde el 11 de octubre, bajo pena de una multa diaria de 200.000 reales (equivalente a los 35.000 dólares)».

Aunque los cortes eléctricos partieron de inclemencias del tiempo, que dejaron sin electricidad al menos a 1,6 millones de personas en Sao Paulo, así como su área metropolitana, un balance publicado este martes apunta que unas 200.000 personas permanecen sin electricidad en sus viviendas.

Por su parte, la alcaldía de Sao Paulo precisa que «386 árboles cayeron por el viento sobre el tendido eléctrico, provocando la interrupción del suministro».

La alcaldía culpa de estas interrupciones a la inacción de la empresa eléctrica, que no realizó los trabajos preventivos necesarios para evitarlas.

A pesar de este contexto, el ayuntamiento de Sao Paulo adjuntó a su demanda una fotografía del patio de la empresa Enel, que corresponde a la fecha del 13 de septiembre, donde se visualizan al menos 30 vehículos de servicio.

De acuerdo con el ingeniero eléctrico Ikaro Chaves, el problema que afecta a São Paulo es estructural, por lo que también afecta a otras ciudades de Brasil y tiene que ver con la quiebra del sistema eléctrico creado en los años 90 del siglo XX a base de privatizaciones y regulaciones por parte de las agencias.

“La red de distribución de energía de las ciudades es aérea. Al ser aéreo, está sujeto al mal tiempo. Cuando hay árboles cayendo sobre la rejilla superior, hay falta de luz. Es normal. Ahora, en São Paulo, no había preparación para eventos como este. No existen formas alternativas de garantizar el flujo de energía. Por eso la caída de un árbol afecta a tanta gente”, explicó a Brasil de Fato.

Asimismo, sostuvo que han pasado tres décadas desde las privatizaciones, por lo que actualmente la energía es cada vez más cara y existen mayores problemas de suministro. A esto se suma que, de acuerdo con Chaves, el sistema no está preparado para las inclemencias del cambio climático.

El experto propone, como solución, volver a la discusión sobre el modelo de concesión para el sector eléctrico.

“El sistema eléctrico es responsabilidad del Gobierno federal. Los contratos de concesión vigentes en todo Brasil comenzarán a expirar el próximo año. Es una oportunidad para revisar estos contratos. Pero el Gobierno ya emitió un decreto que ordena la renovación de las concesiones de 20 distribuidoras, incluida Enel. Lula estuvo en Italia y allí ya dijo que a Enel se le renovará el contrato”, indicó.

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